viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz Año Nuevo a todos!!

Rumbo sin capitán

   “Este es el rumbo”, afirmó ayer Zapatero con tono impostado de estadista responsable para defender los ajustes y reformas que le han impuesto desde Bruselas. Y me recordó otra de sus inolvidables sentencias para despedir el año: “La tempestad es fuerte, pero tenemos un barco sólido que conoce muy bien su rumbo”. La pronunció en 2008, poco después de esta otra, que tampoco tiene desperdicio: “No subiría a un barco cuyo capitán tuviera dudas sobre cómo conducirlo”. A los españoles no nos ha quedado otra que navegar con él al timón desde entonces.
   La crisis ya estaba aquí a finales de 2007. Sólo los patriotas no querían verla. Zapatero agotaba su primer mandato y rechazaba cualquier rumbo que dificultara la reelección. “España –se jactó- ha entrado esta legislatura en la 'Champions League' de la economía mundial”. Un año después, con la tormenta desatada, tuvo que emplearse para tranquilizarnos en Nochevieja. El rumbo era el correcto y pronosticó que en 2009 estaríamos “con un tono vital de país mejor porque estaremos viendo cómo la recuperación económica la tocamos ya con las manos”.
   Cuando al presidente le tocó hacer balance de 2009 con las oficinas del INEM atestadas de parados y sin pájaro en mano, intentó seducirnos con cientos volando: “La economía española se encuentra en un momento de tránsito. Tránsito desde la recesión a la recuperación, que se confirmará en 2010. Y que esperamos pueda producir empleo en la última parte del año”. Hoy despedimos 2010. Cualquier español conoce lo que separa la realidad de las palabras del presidente porque, con mayor o menor virulencia, lo padece en sus carnes.
   Ni reformas, ni austeridad. Hace un año no era indispensable nada de lo que el presidente defendió ayer. Tampoco la reivindicada necesidad de gobernar pensando en el futuro. Dice Mefistófeles en Fausto: “Ante todo, debéis aferraros a las palabras; entonces ingresaréis por la puerta segura; al templo de la certeza”. Desde luego, no será con las de Zapatero. El rumbo que defendió ayer con la fe del converso seguramente sea esta vez el correcto, pero después de tanta singladura errada, ya agotó su crédito como capitán.

LA RAZÓN, 31/12/2010

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Nueva leccion de Milton Friedman



   Las cuatro formas de gastar dinero. Nueva lección del profesor Friedman. Adivinen en cuál de ellas nuestro Gobierno ha sido especialista.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Un PSOE sin Zapatero

   Zapatero es el problema. Convicción en el PSOE. Y en el propio presidente, según desveló en estas páginas Esther L. Palomera. Las encuestas son claras: Zapatero está peor valorado que la marca. Es su descrédito el que hunde a las centenarias siglas que puso en marcha Pablo Iglesias. Ni en los peores momentos del “felipismo” sucedió algo igual. En medio de la corrupción generalizada, el paro galopante y los crímenes del GAL, González siempre tuvo mejor valoración que el partido entre la opinión pública.
   Que Zapatero ha escrito la peor página de nuestra historia democrática es una certeza que se aproxima a la unanimidad cada día que pasa. De ahí la preocupación del partido y de ese grupo de intereses diversos que siempre le acompaña para engordar a su amparo: Zapatero puede hundirse en el oprobio, pero hay que salvar la marca y el negocio que medra con ella. Como sea.
   Es un debate tramposo el que nos plantean. Reduce las debilidades del PSOE a una cuestión de imagen cuando, más que de rostro para un futuro cartel electoral, los socialistas tienen un problema de ideas. O mejor dicho, de carencia de ellas para afrontar el reto de nuestra época: cómo recuperar el crecimiento económico que financie las políticas de bienestar social. No es casualidad que la segunda experiencia socialista desde 1978 vaya a concluir como la primera: con España en una profunda crisis económica, las pensiones en peligro y el paro por encima del 20 por ciento.

LA RAZÓN, 24/12/2010

viernes, 17 de diciembre de 2010

Merkel no rescata a ZP

   Ahora es Merkel. Egoísta y antieuropea. Zapatero no deja de buscar culpables a su irresponsabilidad. ¿Puede engañar a alguien ya? Si España termina quebrando, no será por Alemania. Será por no haber hecho lo que Alemania: reformas dolorosas pero imprescindibles, decidido recorte de gasto público y firmes políticas de austeridad. “No nos podemos permitir ya todo aquello que deseamos si queremos diseñar el futuro”, explicó Merkel a su ciudadanía y la movilizó en un proyecto común. Aquí, con España al borde del precipicio, el Gobierno intenta salir del paso burlándose de todos con parches improvisados cuando el teléfono rojo suena desde Bruselas o Berlín.
   Zapatero siempre creyó que bastaría con aguantar a que la tormenta escampara. España saldría de la recesión arrastrada por la recuperación de las grandes economías del mundo. No ha sido así. Esta crisis de deuda obliga a que cada nación haga su trabajo. Un esfuerzo propio. Como en la fábula de la cigarra y la hormiga, cantó Zapatero durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte: “El modelo económico español es un modelo internacional de solvencia y eficiencia". Al llegar el invierno financiero, la cigarra se encontró sin nada.
   No debería sorprendernos que esa mujer tenaz y trabajadora, forjada en las dificultades inherentes a una familia con un padre párroco luterano en la Alemania comunista, diga hoy basta a quienes como Zapatero, llegada la hora de la verdad, pretenden que el sudor de los alemanes sirva para financiar su dispendio holgazán.

LA RAZÓN, 17/12/2010

lunes, 13 de diciembre de 2010

Anormal normalidad

   España en estado de alarma. Una semana ya. Y tan felices. Los aviones vuelan, todos podemos viajar y nadie repara en que tanta normalidad sigue impuesta manu militari, en democracia y con un gobierno socialista. La normalidad con la que aceptamos tanta anormalidad responde a la misma pauta que ha permitido el engorde de ese ogro filantrópico que Octavio Paz identificó con el Estado moderno, “una máquina que se reproduce sin cesar”. Por nuestro bien, claro. ¡Siempre por nuestro bien!
   Al Estado exigimos que promueva la justa distribución de la riqueza y vele por la estabilidad de nuestro empleo, la educación de nuestros hijos, nuestra salud, hábitos de consumo, y un cada vez más largo etcétera. Bienvenida por tanto la militarización si garantiza el disfrute de nuestras sagradas vacaciones. ¿Por qué no? Y poco importa si la legalidad ha sido vulnerada: el fin justifica los medios. ¿O no sirvió para acabar con la impunidad de los controladores gracias a un gobierno que nos protege?
   No deja de sorprenderme la confianza con la que depositamos toda nuestra vida en manos de los gobiernos a la vez que crece el recelo popular hacia su capacidad y liderazgo para resolver los problemas. También la ligereza con la que cedemos parcelas de libertad para ganar seguridad ante los avatares de la existencia. Cada vez menos responsables, cada vez menos libres. Camino de servidumbre. Difícil de desandar después. Así que frente al estado de alarma, estado alerta: “El precio de la libertad es una eterna vigilancia”, advirtió Jefferson.

LA RAZÓN, 13/12/2010

viernes, 10 de diciembre de 2010

Alarma sin portadas

   Agonizaba el Gobierno tras una semana negra y, por ensalmo, recobró una firmeza desconocida, insólita en democracia, para hacer frente a un chantaje intolerable. Con Rubalcaba al frente. Precisamente él, que cedió al de De Juana con su huelguita de hambre a base de jamón york y sexo consentido en el hospital. Pero ahora toca lo contrario y la combinación de chulería y torpeza de los controladores le ofreció la oportunidad de demostrar a una mayoría desafecta que aquí hay un Gobierno que gobierna. Con determinación. Caiga quien caiga.
   Y quienes cayeron eran presa fácil, pero trofeo de prestigio: los profesionales más aborrecidos por una sociedad que, enferma de igualitarismo, identifica cualquier salario alto con un privilegio. Nadie como el socialismo ha conseguido hacer de la envidia un programa político. Y condenados en un “auto de fe” ante una opinión pública agitada, pocos reparan en las razones de estos herejes, que algunas tienen (y poderosas), aunque no hayan sabido defenderlas. Triunfo de la propaganda: el Gobierno es capaz de resolver una crisis nacional con respaldo generalizado. ¿A que suena bien?
   Poco importa que el mismo día que los controladores se hundieron para siempre en su irresponsabilidad, Zapatero volviera a traicionar la palabra dada (“No se va a reducir ni una de las prestaciones sociales para mejorar la cohesión de este país”) suprimiendo la ayuda de 420 euros. Cerca de dos millones de españoles en paro deberán apañárselas ahora para sobrevivir sin prestación alguna. Y nadie se alarma. Los controladores les han dejado sin portadas. Un éxito de quien para operaciones especiales como ésta llegó a Moncloa.

LA RAZÓN, 10/12/2010

jueves, 9 de diciembre de 2010

Zapatero y sus dos varas de medir



   El pasado 30 de junio, un millón de madrileños tuvo complicado ir al trabajo por una huelga salvaje en el Metro convocada por esos sindicatos que tienen como principio defender a los trabajadores. Ahí os dejo a la Vice de entonces instando a Esperanza Aguirre a buscar una solución dialogada. La presidenta madrileña frenó la rebelión con la firmeza de su gobierno; el príncipe del diálogo ha tenido que recurrir al Ejército. Así son las cosas.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Marxismo ZP

   Apoteosis del Zapatero marxista. Del de Groucho, claro: “Estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”. En febrero daba lecciones en la City londinense: “No vamos a caer en la trampa de las ideas de aquellos que provocaron la crisis”. Rechazó después el pacto con Rajoy: “Nos separan diferencias ideológicas profundas”. El miércoles despertó un hombre nuevo, acudió al Congreso y en dos minutos improvisó sus nuevas recetas: privatización de servicios públicos, rebaja de impuestos a las empresas y liquidación de subsidios. Giro a la ortodoxia liberal en toda regla. No de un dirigente pragmático guiado por el interés general, sino obsceno ejercicio de travestismo en alguien desesperado por aferrarse al poder.
   Curiosa crisis ésta. Nos anunciaban el desplome del liberalismo económico y resulta que son sus fórmulas de siempre (austeridad, menos impuestos y más iniciativa privada) las que nos sacarán de ella. Porque la economía no miente: funciona o no. "Los valores de la derecha cotizan en la Bolsa; los de la izquierda, en el corazón", había sentenciado Zapatero. Quizá por eso, después de tres días con la Bolsa hundida y España y el euro al borde del abismo, alguien descolgó de nuevo el teléfono rojo y, tras escuchar lo que debió de escuchar (ahí tienes un verdadero reto, Wikileaks), el presidente acudió corazón en mano a saciar la voracidad de los mercados. Con propuestas de las que renegaba y la traición a quienes prometió no dejar en la estacada. Marxismo puro. Del de Groucho, pero sin gracia.

LA RAZÓN, 3/12/2010

jueves, 2 de diciembre de 2010

Otra lección de Milton Friedman



   Ahora que algunos están planteando la posibilidad de monetizar la deuda conviene recordar lo que esto significa y las consecuencias que tiene.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Queremos saber

   Un político cortoplacista que supedita el interés general al cálculo electoral. ¿Lo reconocen? No hace falta infiltrar un espía sabueso en nuestro país para descubrir la verdadera naturaleza de Zapatero. Siete años de mandato son suficientes para que no sólo los españoles, sino cualquier ciudadano del mundo medianamente informado, sepan cómo se las gasta este prototipo de dirigente sin sentido de estado. ¿De verdad cree alguien que revelaciones como ésta de Wikileaks son “un instrumento sin precedentes en la historia” que pone “al descubierto los secretos, las maniobras, el espionaje, las obsesiones, los miedos, el estilo y los métodos de la diplomacia de EE.UU.”? Escándalo ficticio en el que se solaza la obsesión antiamericana. Revelador hubiera sido el contenido del telefonazo a Moncloa que Obama realizó aquél día de mayo, tras el que Zapatero abdicó de sus principios sociales y económicos. ¿Obama persuadió o amenazó? Conocerlo sí sería noticiable, y no que el embajador norteamericano informe a su gobierno de que Zapatero es un dirigente que utiliza la política exterior para ganar votos. Eso lo sabe cualquiera que viera cómo sentó ante el paso de la bandera de EE.UU. para seducir a la izquierda antiamericana y cómo ha cortejado a Chávez y los Castro para mantener viva su vieja ilusión revolucionaria. Revelador sería conocer qué están haciendo las asustadas cancillerías de Europa y EE.UU. para evitar que la obcecación irresponsable del líder de la novena economía del planeta termine por hundir a todos. He ahí un auténtico reto para la sagacidad de Wikileaks.

viernes, 26 de noviembre de 2010

No hay excusas

   Hay momentos en que la historia coloca a las naciones ante un reto colectivo que pone a prueba su grandeza. De cómo lo resuelven depende el bienestar de las siguientes generaciones. España está ante uno de esos trances. El más importante desde que la muerte de Franco abriera la oportunidad de la transición a la democracia. Como entonces, va a medir la responsabilidad de todos, gobernantes y gobernados. Precisamente ahora que el descrédito de la clase política alcanza máximos históricos y la confianza en el juego democrático gobierno/oposición está en caída libre desde que Zapatero impuso la ruptura de los grandes consensos. Tampoco el calendario electoral ayuda. Fomenta las estrategias partidistas de unos y otros mientras el tiempo vuela en contra del interés general. 2012 será tarde. Urge que seamos llamados a las urnas para recomponer la confianza en un gobierno de legitimidad renovada. Aunque de nada servirá si los candidatos no hacen un ejercicio de seriedad previa: explicar sin tapujos los sacrificios, muchos y dolorosos, que la sociedad deberá realizar para salir de ésta. Apelación al esfuerzo colectivo que sólo se entenderá con la contrapartida de un compromiso firme para reformar un modelo de Estado insostenible y poner coto a la corrupción de las instituciones básicas de la convivencia democrática, para la que el cerco a la partitocracia y a la selección de los mediocres, la seguridad jurídica y un nuevo sistema electoral son objetivos irrenunciables. La dificultad es una excusa que la historia nunca acepta. Nos jugamos el futuro.

LA RAZÓN, 26/11/2010

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Días de vértigo

   Lo dijo con ese atrevimiento tan suyo, hace apenas dos meses, en The Wall Street Journal: “La crisis de la deuda que afecta a España y a la zona euro ha pasado ya”. Siempre inmisericorde con los vaticinios de nuestro presidente, la realidad ha vuelto a airear su insolvencia y Europa entera ha tenido que salir al rescate de Irlanda. España no es Irlanda, intenta tranquilizarnos la vicepresidenta económica con esa voz temblorosa. Tampoco Irlanda era Grecia. Y eso mismo piensan los portugueses, ahora los primeros en esa lista de candidatos a caer. Con España detrás.
   Son días de vértigo. La desconfianza en la deuda española marcó ayer un máximo histórico. El Gobierno no convence a los inversores de que las medidas de ajuste reducirán el déficit y huyen despavoridos. Ése es nuestro problema. Zapatero reaccionó al telefonazo de Obama en mayo con un precipitado recorte de las pensiones y el sueldo de los funcionarios porque no le quedaba otra. Salvado el ultimátum y consciente del coste electoral que conllevan, prefiere ganar tiempo jugando al despiste con el enérgico plan de medidas que necesitamos para esquivar el abismo. La primera, y más importante, decir la verdad a los españoles de por qué estamos donde estamos y cómo podremos recuperarnos. No es un mensaje agradable. Apela al sacrificio de una sociedad acomodada, propone una meta común y exige un liderazgo político de “acentos churchillianos” (Guy Sorman) que en España no se otea siquiera en el horizonte. Se mire a uno y otro lado.

LA RAZÓN, 24/11/2010

viernes, 19 de noviembre de 2010

Nuevos tiempos

    El súbito colapso del comunismo sorprendió a la izquierda mundial, huérfana desde entonces. Y la crisis ha terminado por hundir esa versión light del socialismo que conocemos como socialdemocracia. Hoy, el vigor intelectual ya no procede de la izquierda. Allí abundan las consignas, no las ideas. El viento de los nuevos tiempos agita una recuperación de valores fundacionales de nuestra civilización: la libertad individual, la responsabilidad personal, la distinción entre el bien y el mal. Discurso que ya está en marcha en la Gran Bretaña de Cameron, en la Alemania de Merkel, en la América desencantada con Obama. Cada uno con sus matices, pero todos con dos ideas comunes: el Estado no puede sustituir el esfuerzo personal y el bienestar no puede construirse sobre el endeudamiento de nuestros hijos. No basta un cambio de gobierno. Es un cambio cultural el que proponen. Medirá su capacidad de liderazgo.
    Siete de cada diez españoles opinan, según el CIS, que “el Estado debe ser responsable del bienestar de todos los ciudadanos”. Sólo cinco de cada cien defienden que cada uno es responsable de su propia ventura. El fervor estatista de los españoles se ha multiplicado en los últimos 20 años y es compartido más allá de diferencias ideológicas, educativas o de clase. Es una gran demostración de la hegemonía cultural de la izquierda, aún vigente. ¿Quién se atreverá a explicarles a los españoles que la eficacia del Estado ya no podrá medirse por los subsidios que reparta, sino por las oportunidades que ofrezca?

LA RAZÓN, 19/11/2010

viernes, 12 de noviembre de 2010

En defensa del capitalismo



Nueva lección de economía de Milton Friedman. En tiempos de duda como los de ahora, conviene mantener la claridad sobre algunas cuestiones básicas.

jueves, 11 de noviembre de 2010

¿Qué PSOE?

   Otra foto para la verdadera historia del partido de Pablo Iglesias. Un destacado dirigente socialista, presidente del partido en el País Vasco, declara ante un tribunal en defensa de un destacado dirigente de Batasuna-ETA. Después de haberse jactado ante todos los españoles de sus entrañables encuentros con Josu Ternera, prófugo de la Justicia y bajo orden de búsqueda y captura internacional ¿procederá el juez contra Eguiguren por no haber colaborado con la Policía para facilitar su detención? No lo hará. Eguiguren era un mandado: negociaba con ETA la tregua que Zapatero necesitaba para abrir su «proceso de paz».
   ¿Cuál es el verdadero PSOE? ¿El que entregó la vida de Buesa, Pagazaurtundúa y tantos otros de sus mejores hombres en defensa de la libertad o el que ahora, sin el respaldo de hechos verificables, defiende la supuesta buena voluntad de quienes apretaron el gatillo o contribuyeron a ello? ¿El del homenaje del lehendakari ayer a la memoria de las víctimas o el de la benevolencia con los presos que las humilla? ¿El que en tiempos de González combatió a ETA con el crimen organizado bajo la dirección de una X que ya parece despejada o el que con Zapatero busca el final negociado de ETA y no su derrota incondicional? Como en tantos otros asuntos, nos enfrentamos a la proverbial ambivalencia socialista para disimular el objetivo, expresado sin tapujos por Largo Caballero: «Ahí está la historia del partido para demostrar que la legalidad se ha roto cuando ello convenía a nuestras ideas». En ello están. Cada uno en su papel.

LA RAZÓN, 10/11/2010

viernes, 5 de noviembre de 2010

Escuchémosle

   Einstein creía de forma apasionada en la existencia de normas absolutas del bien y del mal y consagró su vida a la búsqueda de la certidumbre. Murió con el desencanto de ver cómo su teoría fue víctima de un fatal equívoco: la gente confundió la relatividad física con el relativismo moral, y éste derivó en una auténtica pandemia social. El relativismo es hoy dogma universal. Y la corrección política, su férreo guardián. Ése que nos empuja a la neutralidad y nos impide emitir juicios de valor sobre lo que son conductas malas o buenas, comportamientos correctos o equivocados. Bueno. Malo. Correcto. Equivocado. Lenguaje desterrado de un mundo en el que sociedades consentidas y dirigentes sin liderazgo se retroalimentan. Zapatero es buen ejemplo: “La verdad es la formación de una opinión mayoritaria. Y los valores de la ciudadanía, los que deciden libre y responsablemente quienes representen a los ciudadanos”. A esta España donde todo vale si tiene los votos suficientes llega Benedicto XVI con un mensaje diáfano: "Si los principios éticos que sostienen el proceso democrático no se rigen por nada más sólido que el mero consenso social, entonces este proceso se presenta evidentemente frágil. Aquí reside el verdadero desafío para la democracia”. Existen principios morales objetivos, más allá de las mayorías cambiantes, y la fe –dice el Papa– ayuda a la razón a descubrirlos. Escuchémosle. Es la contribución de la religión a un debate inaplazable porque –alertó Tocqueville–, “es el despotismo quien puede prescindir de la fe, no la libertad”.

LA RAZÓN, 5/11/2010

jueves, 4 de noviembre de 2010

El Tea Party no existe

Por su interés, reproduzco íntegro el análisis del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) sobre los resultados de las elecciones americanas de mitad de mandato.

   El presidente Reagan dijo: "Somos una Nación que tiene un Estado, y no al revés". Esto ha demostrado el pueblo americano el primer martes después del primer lunes de noviembre de 2010, fecha que será recordada en Occidente por la victoria ideológica que presagia.
   La derrota de Obama, cosechada por los demócratas del Congreso a los que impuso su agenda, supone el fin efectivo de esta, destinada a socializar –colectivizar– América y a cubrirla de deuda.
   La estrella de estas elecciones ha sido el Tea Party, caricaturizado hasta el extremo. Pero les contaremos un gran secreto: el Tea Party no existe. Es el pueblo americano. Lo que votó anteayer puede revocarlo en 2012, pero le gusta recordar quién es el que manda. Por eso los que odian a América y la democracia liberal, valga la redundancia, han querido tergiversar lo que no era sino la resistencia natural a los excesos burocráticos y de gasto del poder público. Si hubiera Tea Party en Europa, se llamaría Angela Merkel. Para toda la izquierda, y para cierta derecha antiliberal, el equilibrio presupuestario es herejía, y sus partidarios, extrema derecha, ultras, y nazi-fascistas. ¿Eso piensan de Merkel? Que se lo digan.
   Hay pues, bien lo vio Revel, una obsesión anti-americana. Se había tomado dos años de vacaciones en la esperanza de que Obama convirtiera Estados Unidos en Suecia. Mala suerte. El experimento ha fallado y hasta en Suecia parece que prefieren a la derecha.
   A nosotros, en cambio, nos gustan los americanos todos. Por ejemplo, el flamante nuevo senador por Virginia Occidental, Joe Manchin, del Partido Demócrata. Es contrario al aborto, contrario a incrementar los gastos a las empresas por el cambio climático, favorable al derecho a llevar armas constitucionalmente protegido, y se opone, por cierto igual que Obama, al llamado matrimonio homosexual. ¿Qué hacemos (según los medios españoles, derecha e izquierda confundidas)?, ¿apuntarlo al Tea Party?
   Los americanos no han reaccionado abruptamente. Ya avisaron a Obama en las elecciones especiales del mes de enero, cuando republicanos poco conocidos ganaron en el Senado en Massachusetts y la gobernaduría de Nueva Jersey. Decidió no hacer caso y rebajar la función presidencial hasta extremos grotescos, burlándose reiteradamente de los votantes republicanos a los que caracterizaba como vagos, bebiendo granizados mientras él trabajaba sacando al coche de la cuneta, o rechazando coger la fregona para limpiar la porquería que ellos mismos habían traído. Paradójicamente, esa misma fregona que una de las organizadoras del Tea Party se echó al hombro cuando la empresa de su marido quebró mientras Obama y Bernanke rescataban bancos.
   Lo que explica este vuelco que no se había visto desde 1946 es, en suma, el intento, fracasado, por revertir en América el progreso de los años de Reagan. La nueva mayoría de la Cámara de Representantes y los nuevos senadores republicanos intentarán impedir esta regresión buscando el equilibrio presupuestario y revitalizando la responsabilidad individual y la libertad, señas preteridas de la identidad del pueblo americano.
   Ha ganado, pues, no el Tea Party, y mucho menos los republicanos, sino la democracia liberal, con su fabuloso poder de contagio y de estímulo. Por eso tiemblan aquí las fuerzas reaccionarias. En la conclusión del afamado discurso de Gettysburg, Abraham Lincoln –el presidente de la emancipación, que era republicano– reafirma el compromiso americano de que el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, no desaparezca de la faz de la tierra. Eso, lógicamente, tiene que tener a la izquierda escamada.
   Por último, esta es una victoria electoral, pero también ideológica. Es la revocación de las políticas socialistas y de desmesura en el gasto público que siguieron a la crisis financiera de 2008. Después de la constatación del fracaso del socialismo real, o comunismo, se advierte ahora la del socialismo ficticio, conocido en Europa como socialdemocracia. Dios quiera que esa marea americana anegue pronto Europa.

domingo, 31 de octubre de 2010

Otra vez

   Dirigentes socialistas con cabecillas batasunos, juntos en algún lugar de Bilbao. Los protagonistas lo niegan, pero la imagen es verosímil. Cara a cara, otra vez. Como cuando en 2006 Patxi López se citó con Otegui porque ETA había despertado una falsa esperanza de paz. «Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!, Patxi. ¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!». Fue el lamento desgarrado de una madre traicionada, la de Joseba Pagaza. Voz de la memoria hoy. Nunca han dejado los socialistas de reunirse con el entorno de ETA. Pactaron la tregua de 2006 y fomentaron la que nos concedió en septiembre. En junio, Jesús Eguiguren, presidente de los socialistas vascos, se jactaba en una entrevista: «Tengo contactos con gente de HB. Cuando uno llega a unas conclusiones suele ser por algo, no por inspiración divina». Nada nuevo, pues. Tampoco en el descaro del PSOE para jugar todas las cartas a la vez. Arrancó la semana con la firmeza de Alonso («Bajo ningún concepto hay que reunirse con Batasuna»), siguió con Otegi citando como testigo a un socialista dispuesto a su defensa («Es un hombre que quiere la paz», dice Eguiguren) y culmina con una reunión que confirma la ceguera voluntaria en la que algunos siguen instalados.

LA RAZÓN, 30/10/2010

jueves, 28 de octubre de 2010

Sin voz ni voto

   Les han callado y se han callado, dijo de ellas Iñaki Arteta, que trató de recuperar su memoria en una emotiva película. Son las otras víctimas de 50 años de terrorismo. Víctimas sin voz, de las que nadie habla: las del exilio. Alrededor de 150.000 vascos expulsadas de una tierra que es tan suya como de quienes quieren apropiársela. Recuerda Arteta a ese joven anónimo que se enteró de que su padre no había muerto en un accidente de tráfico cuando llamaron a su casa de la Oficina de Víctimas y él cogió el teléfono en lugar de hacerlo su madre. No pudo contar su historia para preservar la identidad del miedo.

   Se acercan las elecciones y regresa la posibilidad de que los cómplices de ETA recuperen un lugar en las instituciones democráticas. Recelo de las prisas por reconocer voz y voto a quienes durante décadas hicieron que tantos los perdieran para siempre. Si la apuesta por el arrepentimiento y el rechazo de la violencia son sinceros, no tendrán problema en aceptar la cuarentena que Basagoiti propone para que demuestren que no estamos ante otra trampa. Cuatro años de buena conducta por cincuenta de sangre, dolor, muerte y exilio. No es pedir mucho. Claro que el Gobierno de Rubalcaba tiene otras urgencias. Y ETA no hace nada gratis.

LA RAZÓN, 28/10/2010

martes, 26 de octubre de 2010

¿Bajo ningún concepto?





   El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, ha salido hoy al paso de las reuniones de dirigentes socialistas con miembros de Batasuna que estos días se están desvelando. Alonso ha recordado que Batasuna "está declarado ilegal" y lo ha definido como un "conglomerado antidemocrático". Y concluye, categórico, que "no hay que renunirse bajo ningún concepto con Batasuna". Arriba reproduzco la foto de la reunión que el socialista Patxi López mantuvo con Otegui durante el mal denominado "proceso de paz" de la pasada legislatura. Así que de no reunirse con los proetarras "bajo ningún concepto", nada de nada. Memoria es lo que necesitamos.

sábado, 23 de octubre de 2010

Nueva lección de economía



Así cayó el imperio romano. Por el catedrático de Economía Pública Jesús Huerta de Soto. Sorprendentemente actual.

viernes, 22 de octubre de 2010

Desafío total

   Zapatero no ha remodelado su gabinete para comunicar mejor. No habría procedido entonces al inexplicable nombramiento de un ministro que se manifiesta contra la reforma laboral que ahora tiene que defender. Tampoco para mejorar la gestión. Con siete gabinetes distintos en siete años y 23 ministros en la cuneta, su incapacidad para la gobernanza es ya proverbial. Lo que ha hecho Zapatero es pertrecharse para una batalla electoral donde primará la propaganda, no la comunicación. Que se prepare ese PP que reduce su acción política a solazarse en encuestas favorables.
   Saldado sin remordimiento alguno el peaje nacionalista para mantenerse en la Moncloa, Zapatero se dispone a jugar el partido decisivo. Y como el drama económico y su insolvencia para atajarlo seguirán sin permitir el “jogo bonito” con el que seducir al respetable, cambia de táctica y alineación. Más músculo para el cuerpo a cuerpo y turno para la política en estado puro. Así que fuera la paridad, las aídos y tanto capricho inane. Campo libre para el jugador total por su habilidad para manejar los resortes del Estado y el entramado de intereses que medra con el PSOE. Rubalcaba. El más temido, por capaz. Convertido en presidente de facto y portavoz de un liderazgo en descomposición 14 años después. El hombre que exige a los gobiernos que no mientan cuando él no forma parte de ellos. Negó los GAL, niega el chivatazo a ETA y ahora pilotará la negociación con la que Zapatero busca su página en la historia.

LA RAZÓN, 22/10/2010

miércoles, 20 de octubre de 2010

España exhausta

   No es casualidad que el PNV haya asestado con Zapatero el mayor zarpazo depredador al Estado en 30 años. Es cierto que su debilidad extrema le convertía en presa fácil para la extorsión. También que el promotor de la nación como “concepto discutido y discutible” no es el mejor baluarte de lo que nos une. Pero estaba en el guión. Zapatero quebró el régimen constitucional del 78 cuando convirtió a las minorías nacionalistas en socios preferentes para postergar al PP. Y ahí seguimos.

   No debería sorprendernos. Cualquier líder nacionalista y Zapatero responden al mismo modelo: utilización racional de lo visceral para la conquista del poder. El primero explota el amor a las propias raíces y la hostilidad ancestral al extraño; el segundo, el deseo de vivir sin trabajar y el rencor hacia el que más tiene (camuflados, naturalmente, bajo los eufemismos de solidaridad e igualdad). Objetivos liberticidas los de ambos. Como socialista, Zapatero pretende el control de la sociedad por el Estado mediante la tutela permanente y obsesiva de los individuos. El nacionalismo sólo se considera realizado cuando funde Estado y sociedad en un monstruo (pueblo lo llaman) totalizador y opresivo. Los dos olvidan que no hay sociedad ni pueblo. Sólo ciudadanos. Con nombres y apellidos. Y son ellos los titulares de los derechos, siempre individuales, nunca colectivos.

   Nadie podrá negarle al presidente el afán por ajustar su mandato a estos criterios. Pagaremos las consecuencias. Su convergencia con un nacionalismo rapaz va a dejar exhausta a España.

lunes, 18 de octubre de 2010

Generación perdida

   El paro juvenil se ha duplicado en dos años y medio: supera el 40 por ciento y dobla la tasa media de la Unión Europea. Uno de cada cinco jóvenes españoles (entre 18 y 24 años) ni estudia ni trabaja: 700.000 chavales en total. Uno de cada tres abandona el sistema educativo sin acabar la enseñanza secundaria: un millón de mozos, que coloca a España sólo por detrás de Malta y Turquía. Casi cinco de cada diez de los afortunados que trabajan entre 25 y 29 años tienen un empleo por debajo de su nivel de estudios. En ningún país de Europa es menos útil obtener un título universitario. Hasta Chipre tiene mejor tasa de empleo adecuado para los sus titulados universitarios. Cifras que anuncian una generación perdida para España. Y también un despilfarro de talento. 120.000 españoles han emigrado desde que empezó la crisis. Son ya el 10 por ciento de los compatriotas que viven y trabajan en el extranjero. La mayoría, jóvenes profesionales altamente cualificados de entre 25 y 35 años.
  
   Un drama con responsabilidades compartidas. De los jóvenes cuando, príncipes de estas sociedades de la abundancia, quieren vivir como sus padres sin realizar los sacrificios que ellos hicieron para lograrlo, rechazan las políticas que propiciaron el progreso y renuncian a su formación, el capital más importante en la forja de su futuro. De los gobiernos cuando, incapaces de ofrecer oportunidades, pero desesperados por ganar elecciones, les engatusan con salarios de hasta 633 euros por la hazaña de no estudiar ni trabajar.

domingo, 17 de octubre de 2010

Vuestro país os necesita



   Es necesario tener un nuevo debate sobre lo que significa realmente la equidad social. No se puede medir la equidad sólo considerando cuánto dinero gastamos en el estado del bienestar, como si los pobres fueran un producto con una etiqueta con un precio (...) La equidad consiste en ayudar a la gente a salir de la pobreza, no a atraparla en la dependencia (...) Durante demasiado tiempo hemos medido el éxito en la lucha contra la pobreza por el tamaño del cheque que damos a la gente. Nosotros proponemos medir el éxito en función de las oportunidades que ofrecemos a la gente. La equidad no tiene que ver sólo con quién recibe ayuda del Estado. La equidad significa darle a la gente lo que se merece y lo que la gente se merece depende de su comportamiento (...) Si realmente no puede trabajar, le ayudaremos, pero si puede trabajar y lo rechaza, no le dejaremos vivir del duro trabajo de los demás.

   Ciudadanía es una relación. Formamos parte de algo más grande que nosotros mismos. Lo que pensáis, sentís y hacéis es algo que importa. Y para salir de esta situación en la que nos encontramos, un cambio de gobierno no es suficiente. Necesitamos un cambio en la forma que tenemos de pensar sobre nosotros y nuestro rol en la sociedad. Vuestro país os necesita. Hoy os quiero hablar sobre todo lo que nos toca hacer y el espíritu que necesitaremos para sobrellevar la situación. Un espíritu activista, dinámico, personas tomando la iniciativa, trabajando juntos para lograr nuestros objetivos. De lo que hablo es la gran sociedad, de la que ha llegado el momento.

DAVID CAMERON

viernes, 15 de octubre de 2010

Son las ideas

   ¿Crisis de gobierno? Igual da. Amortizado Zapatero, el problema del socialismo español no es de nombres. Es de ideas. Concretamente, de la insolvencia de sus ideas para encarar los retos del presente. Es el mismo lastre de la socialdemocracia europea, expulsada ya de casi todos los gobiernos. Desde que los cascotes del Muro de Berlín sepultaran sus referentes ideológicos, lleva dos décadas (con Blair como excepción) intentado reformularse con un potaje de compleja digestión: dosis de ecologismo radical por aquí; regusto antiglobalizador por allá; el pacifismo irredento de siempre. Ahora, cuando creía que la crisis anunciaba el final del capitalismo, y la amenaza al Estado del Bienestar la convertiría ante la opinión pública en su mejor garante, resulta que es la propia socialdemocracia quien se hunde como alternativa.

   Que el PSOE encuentre un líder menos vacuo y más capaz no será difícil. Más complicado será su acomodo al gran desafío de nuestro tiempo: cómo conjugar bienestar y crecimiento económico. Cameron es acusado de dinamitar el Estado del Bienestar por liquidar el despropósito de que alguien sin trabajar pueda ganar más con los subsidios que su vecino con un empleo de sol a sol. A la izquierda se le llena la boca de derechos y protección social, pero no tiene respuestas para garantizar la viabilidad económica que los hace posibles. Siempre le ha interesado más la dependencia gestada por la subvención permanente que la independencia de una sociedad protagonizada por ciudadanos libres y responsables para forjar su destino.

LA RAZÓN, 15/10/2010

viernes, 8 de octubre de 2010

Izquierda populista

   Hace diez años, 11 de los 15 países que entonces formaban la UE eran gobernados por la socialdemocracia. Hoy, sólo 6 de los 27: España, Portugal, Grecia, Austria, Eslovenia y Chipre. Tres años de crisis provocada por la avaricia financiera, paro desbocado y deterioro del bienestar por el neoliberalismo depredador no ha supuesto ningún rédito para la socialdemocracia. Al contrario. Los votantes huyen de ella. Hacia la derecha conservadora-liberal mayoritariamente. También hacia partidos nuevos que encaran tabúes de la izquierda, como la inmigración descontrolada, verdadera preocupación en los barrios modestos.

   Encrucijada difícil para la socialdemocracia: no puede endilgar la crisis generada por el capitalismo a la derecha y el electorado izquierdista ya no la cree por su complicidad con las políticas liberales. Y preocupante futuro para la estabilidad de las sociedades democráticas si, como confirma la elección de Ed Miliband al frente del laborismo británico o la de Tomás Gómez en Madrid, la socialdemocracia, en vez de aprovechar la crisis para avanzar en su renovación ideológica, opta por rivalizar con la izquierda radical en un discurso de confrontación social como reclamo electoral: los ricos y los empresarios son los malos; los obreros y los sindicatos, los buenos. Populismo que nos devuelve al pasado. Otra vez a la lucha de clases. Soliviantará la convivencia y el debate político, pero no contribuirá a buscar soluciones que nos devuelvan a la senda de la prosperidad. Que nunca pasarán por más Estado, menos mercado y el endeudamiento de nuestros hijos.

LA RAZÓN, 8/10/2010

miércoles, 6 de octubre de 2010

John Lennon, 70 años



John Lennon hubiera cumplido hoy 70 años. Me interesa el artista (compositor inmortal), no tanto el hombre (profundamente equivocado en algunas de sus ideas). Siempre estará con nosotros.

martes, 5 de octubre de 2010

Discurso para tiempos difíciles

   Sara Dueñas es la diputada más joven del Congreso. 25 años tan solo. Un oasis en ese desierto de desapego por la política y los políticos entre los jóvenes. Leo sus motivos: “Con la política podemos cambiar la realidad”. Y explica cómo lo consiguió en un pueblecito de Segovia del que fue alcaldesa: “Sobre todo con servicios públicos para la gente”. ¿Cuáles?: “Hemos puesto una guardería subvencionada y una biblioteca…” No dice si la guardería y la biblioteca han tenido ya que cerrar o reducir sus horarios para controlar los gastos, a lo que se han visto obligados numerosos ayuntamientos de España por una deuda desbocada.

   Servicios gratis y subvencionados para mejorar la vida de la gente. Discurso socialdemócrata de manual. No es la dicha de la gente el objetivo último. Son sus votos, vendidos por muchos al mejor postor. Esta dinámica sin freno ha desbordado la viabilidad del Estado del Bienestar. Ahora nadie quiere renunciar a sus beneficios (convertidos en derechos) y los políticos huyen del debate irremediable: cómo pagarlos. El sacrificio nunca es popular. Estamos, sin embargo, ante el gran dilema de nuestro tiempo: cómo conjugar bienestar social y dinamismo económico.
   
   La política puede cambiar la realidad, sí. A veces incluso para bien. Una diputada del PP, pese a su juventud, debería saber que no siempre con más endeudamiento. Nada es gratis. La fiesta "social" acabó. “Confiad en el pueblo. Le diré lo peor y no consentirá verse batido”. Ecos de Churchill para estos tiempos difíciles, huérfanos de liderazgo.

sábado, 2 de octubre de 2010

El mundo no tiene nombre...



"El mundo no tiene nombre. Los nombres de los cerros y las sierras y los desiertos sólo existen en los mapas. Los nombramos para no extraviarnos. Y sin embargo empezamos a inventar esos nombres porque ya nos habíamos extraviado. El mundo no se pierde. Somos nosotros los que nos extraviamos. Y es debido a que esos nombres y esas coordenadas son invención nuestra que no pueden salvarnos. No pueden encontrar por nosotros el camino perdido".

EN LA FRONTERA
Cormac McCarthy

jueves, 30 de septiembre de 2010

Sácale partido a la crisis

Dijo Albert Einstein:

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado". Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla."

   Pues bien, mi compañero y amigo Nacho García Mostazo, inquieto periodista, tiene un plan para sacarle partido a la crisis. Y quiere compartirlo con todos. Ha publicado un libro "on line" lleno de ideas para sacar el mayor provecho de estos tiempos duros. Os recomiendo su lectura, así como la de su blog. Os sorprenderá.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Así informa un piquete informativo



Ejemplo de cómo informaban esta madrugada los denominados piquetes informativos de CC.OO. y UGT a los trabajadadores de un establecimiento de la Gran Vía. Observen la solidez de sus argumentos para defender la huelga y la profundidad de sus razonamientos. Todo en el clima de diálogo y tolerancia propio de una socidad libre y democrática.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Otra lección de economía



Nueva lección de economía. En este caso, a cargo de Milton Friedman (1912-2006). Firme defensor del libre mercado, gran divulgador y el más reputado líder de la Escuela de Chicago. Premio Nobel de Economía en 1976. Esta lección (doblada al castellano) está extraída de su serie de televisión "Libertad de Elegir", con la que obtuvo un notable éxito en 1980.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Hurto enmascarado

   La democracia es el gobierno de la mayoría bajo el principio de la igualdad ante la ley. De todos. Incluso de quienes ganan más de 120.000 euros. Deriva en tiranía cuando la mayoría impone a la minoría obligaciones que la discriminan. Por mucho que estén revestidas de legalidad y un falso imperativo solidario. Que es lo que ha hecho el Gobierno con los trabajadores de rentas altas para salvar la cara ante la izquierda primitiva y piquetera.

   Fueron Marx y Engels los primeros en proponer “un fuerte impuesto sobre la renta de tipo progresivo” para que “el proletariado fuera despojando de modo gradual a la burguesía de la totalidad del capital”. Pero fue con la democracia de masas y el Estado del Bienestar cuando el invento marxista se transformó en el instrumento preferido de todos los gobiernos para alcanzar la denominada justicia social. Hasta los no considerados socialistas olvidaron que la igualdad ante la ley, que la libertad requiere, conduce a la desigualdad material. Así que hoy es común la máxima populista de “que paguen más los que más tienen”.

   Pura envidia patrocinada por los gobiernos, bajo la máscara de la solidaridad. La solidaridad es una virtud que se despliega de forma voluntaria; decretada, es pura obediencia. Los impuestos se recaudan bajo coacción. Legalizada, pero coacción. Si verdaderamente quieren ser justos, los gobiernos deben atenerse a principios generales. En materia fiscal, la proporcionalidad es un principio; la progresividad una arbitrariedad. Un “solapado hurto”, escribió Stuart Mill.

LA RAZÓN, 1/10/2010

viernes, 24 de septiembre de 2010

Sumidos en el descrédito

   Trabajadores, desempleados, empresarios, funcionarios, pensionistas, jóvenes, inmigrantes… Todos castigados por la crisis. Todos sufriendo una merma en su bienestar. Empobreciéndose. Todos menos CC.OO y UGT. Y, en concreto, su casta dirigente. Su oposición numantina a regular los excesos de los “liberados” demuestra una insolidaridad insultante con el resto de los españoles. Los sindicatos se financian con los impuestos de todos. Que el número de “liberados” sea secreto de Estado y tampoco podamos conocer su coste, sólo se entiende desde la componenda que mantienen con un Gobierno que desborda la legítima actividad sindical en una sociedad democrática. Nos recuerda a un Bernard Shaw certero cuando escribió que “ningún rey tiene tan seguro el trabajo como un dirigente sindical”.

   Para colmo, la crisis les permite engordar sus arcas gracias al negocio de los ERE. Los sindicatos se embolsan por cada servicio entre 100 y 400 euros, además de hasta un 15% de la indemnización que recibe cada empleado inmerso en un despido colectivo, según un reciente informe que cifra en 240 millones de euros la ganancia de los sindicatos por este concepto desde que arrancó la crisis.

   CC.OO. y UGT se la juegan con la huelga general del miércoles. No querían hacerla y ahora están atrapados. Se arrogan la representación de los trabajadores pero, si los piquetes no secuestran su libertad, los trabajadores les retratarán como lo que son hoy: grupos de presión en defensa de intereses particulares. Y a sindicatos así, ya no los necesitan.

LA RAZÓN, 24/9/2010

martes, 21 de septiembre de 2010

Frases que delatan



    “La foto es lo más importante”. “Hay que llegar a un acuerdo como sea”. “Las palabras están al servicio de la política”. Tres frases. Sintetizan una presidencia. No porque estén grabadas en la memoria de los españoles (las hay incluso mejores; recuerden: “La tierra no es de nadie, salvo del viento”, “Una persona cuando está formándose está trabajando para su país”, “Bajar impuestos es de izquierdas”), sino porque definen una manera de hacer política. Cuando la imagen es todo un programa de gobierno, la foto es imprescindible. Cuando el “como sea” es criterio para el acuerdo, todo vale, sin importar las consecuencias. Y si algo falla, ahí está el prestidigitador de la palabra para iluminarnos: “La verdad es la formación de una opinión mayoritaria”. Entonces lo negro es blanco (“La crisis es un falacia, puro catastrofismo”) y dos más dos no son cuatro (“El cambio climático ha provocado ya más víctimas que el terrorismo internacional”). Puede negar la crisis con Marruecos (“malentendidos”) como negó la económica (“España está en la Champions League de la economía mundial”) y ahora niega que haya traicionado principio alguno por ejecutar el drástico recorte al bienestar social (“¡Mientras haya una mayoría socialista en España, eso no va a pasar!”). Y sin sonrojo alguno, plantarse después ante la elite de Wall Street (esos avaros especuladores que desencadenaron la crisis) para ganarse su confianza. Él, que sentenció: “Los valores de la derecha cotizan en la Bolsa; los de la izquierda, en el corazón".

lunes, 20 de septiembre de 2010

Lección magistral de economía



Escena extraída de la serie "El ala oeste de la Casa Blanca". Sintetiza de forma magistral, en menos de dos minutos, las diferencias entre las políticas económicas liberales e intervencionistas. O lo que es lo mismo: entre los que creen que nadie mejor que uno sabe qué quiere hacer con su vida y cómo organizarla, y los que creen que un político o un burócrata tiene mejor criterio para saber en qué debemos gastar nuestro propio dinero.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Nuestra libertad, en Afganistán

   Una mañana, Shamsia Husseini marchaba a la escuela por las calles embarradas de Kandahar. Un hombre en motocicleta se acercó y le preguntó: «¿Vas al colegio?». Entonces le roció la cara con ácido. Las cicatrices ahora le recorren los párpados y su rostro deforme. Ya no puede leer. Shamsia es una de las miles de jóvenes que son atacadas cada año por aspirar a una educación. Y forma parte de la mayoría afgana que, según las encuestas, quiere que Estados Unidos y la OTAN se queden hasta liberarles de la tiranía talibán. Porque la de Afganistán es una guerra justa. De la victoria depende la libertad de los afganos; también el futuro de un Occidente amenazado por el terrorismo islámico. Aquella es una guerra que habría que ganar. Que se puede ganar. Pero ha entrado en el camino de la derrota por falta de liderazgo, convicciones y determinación de quien primero debía mostrarlas: el presidente de Estados Unidos.

   El debate Zapatero-Rajoy demostró el miércoles que no hay esperanza para Shamsia y las jóvenes afganas. Un Gobierno de pacifismo irresponsable, atrapado en sus complejos, aguarda la oportunidad para escapar. Una alternativa de gobierno esquiva a todo compromiso que irrite a la mayoría, ya cegada por la propaganda, que exige la retirada de nuestras tropas. El mismo escenario se repite en los parlamentos de esta Europa cansada para el sacrificio. Nada de sangre, sudor y lágrimas. Aunque sea en defensa de la libertad. Hoy de los afganos. Mañana quizá la nuestra.

LA RAZÓN, 16/9/2010

Extorsión y tentación

   La economía no estaba en su agenda. Sus objetivos eran otros: transformar España mediante un proyecto de ingeniería social; abrir un proceso de revisión histórica para legitimar el orden constitucional en la II República, y alcanzar la paz negociada con ETA. Pudo dedicarse a ello con fruición y el respaldo entusiasta de variopintos aliados, desde la ultraizquierda al nacionalismo secesionista, mientras la bonanza económica lo aguantaba todo. Ahora, abandonado por unos y otros, España entera asiste atónita a la disposición con la que encara la extorsión que le permitirá no caer del pedestal para siempre.

   Cruel destino. El que te obliga a rendir pleitesía al emperador del Sol Naciente para no comer la tortilla con los mineros en Rodiezmo. Se consideraba uno de los suyos. Y a ellos se lo había prometido. Con esa ínfula mitinera tan propia: «Mientras haya una mayoría socialista en España, que no sueñen con recortes sociales y de los derechos de los trabajadores. ¡Eso no va a pasar!». Pero ha pasado. Y él es el ejecutor inclemente de las recetas neoliberales que los malvados mercados imponen a los trabajadores para salir de la crisis que ellos mismos desencadenaron. Seguramente no crea en ellas. Se las impusieron el presidente de la mayor democracia del mundo y el de la mayor dictadura del planeta, en un día de auténtica confluencia planetaria. Pero prefiere tragar a abandonar. Y más ahora que, necesitado de un golpe de fortuna, ETA vuelve a tentar su ansia infinita de paz…

LA RAZÓN, 10/9/2010

Democracia enferma

   Arranca el curso político. Otro tramo de esta legislatura en descomposición de la que el desafecto creciente hacia la clase política es más que un síntoma. Una sociedad libre que considera a sus representantes parte del problema más que de la solución está ante una encrucijada peligrosa. No es fácil que una democracia sobreviva sin creer en la abnegación y superioridad moral de sus jefes, escribió Guizot.

   A la vista de todos están las razones de esta merecida antipatía. Pocos reparan en la deriva de una sociedad acomodada, siempre lista para buscar culpables sin asumir responsabilidades. La sociedad no es más que la suma de hombres y mujeres con capacidad para transformar la realidad. Si cada uno, de forma individual, se reconoce inhabilitado para hacerlo, el resultado no puede ser otro: tenemos lo que nos merecemos. Las encuestas retratan una sociedad caprichosa. Culpa a los políticos de sus males a la vez que pone fe ciega en su poder para asegurar el bienestar general y la solución de sus problemas.

   Abdicar de la responsabilidad individual tiene precio. Por ejemplo, ahora que los políticos se afanan en multiplicar las prohibiciones en el ámbito de la libre decisión que nos corresponde como personas adultas. Aceptándolas sin rechistar asumimos la incapacidad para conducirnos a nosotros mismos. Y después nos creemos suficientemente preparados para elegir a quienes nos van a guiar. Pero «no es posible –advirtió Tocqueville– establecer un gobierno enérgico y sabio con los sufragios de un pueblo de esclavos».

LA RAZÓN, 3/9/2010

A pagar más porque sí

   Ciento veintiún días. Son los que usted trabaja al año para cumplir con Hacienda. Al Gobierno le parecen pocos. Quiere subir los impuestos, pero no halla justificación convincente. Salgado apela a la «equidad» y apunta a las rentas altas. Los ricos, en la jerga socialista. Blanco, a la necesidad de «homologar» con Europa nuestra presión fiscal.

   Cada entrecomillado, un embuste. Como aquel de Zapatero: «Bajar impuestos es de izquierdas». En cuanto puede, la socialdemocracia retira la patita y muestra el verdadero rostro: su anti-capitalismo congénito. Subir impuestos es propio de la izquierda. Lo ha sido siempre. Y seguirá siéndolo. El capitalismo es un sistema injusto que debe ser corregido por el Estado, siempre benefactor. Así que después de subir el IVA que grava a todos por igual, los impuestos especiales (gasolina, alcohol, tabaco) que no distinguen pobres de ricos, y disparar el déficit con un cheque-bebé idéntico para los que más y menos tenían, prepárense a pagar. Más.

   Pero sin pasar por tontos. La presión fiscal indica el porcentaje de los ingresos fiscales sobre el PIB: la recaudación aumenta sin necesidad de subir los impuestos cuando la economía crece y cae cuando se retrae. La presión fiscal en España hoy es menor porque nuestra crisis es mayor que la de países con los que Blanco nos compara. Más justo es medir el peso de los impuestos sobre los salarios. Ciudadanos de naciones con idéntica presión fiscal realizan diferente sacrificio cuando su nivel de renta no es el mismo. Ahí sólo portugueses e italianos nos superan.

   ¿Y los ricos? Exprimidos también: 43% del IRPF frente al 42,4% de sus homólogos europeos.

LA RAZÓN, 27/8/2010