lunes, 20 de junio de 2011

El 15-M era esto

   Se rasgan las vestiduras. Ahora. Y entonan el orteguiano “no es esto, no es esto…”. Pero sólo los cándidos de espíritu y los ávidos de un rédito político vieron en el 15-M algo distinto de lo que realmente es desde su origen: una amalgama de grupos antidemocráticos con vocación totalitaria. Allí estaban todos en la adhesión a un manifiesto que despertó tanta simpatía en mucha gente decente que sufre las consecuencias de una crisis acentuada por un Gobierno incompetente. Bastaba consultarlo en internet: simpatizantes con la dictadura cubana unos, con Bildu otros, con la izquierda anticapitalista los más, okupas, sindicatos anarquistas, viejos comunistas, nostálgicos de la II República… Vamos, toda esa caterva de grupos activados por ideologías fracasadas e intransigentes, siempre más proclives a la subversión violenta que al respeto de la voluntad libremente expresada en las urnas. Todos sin solvencia intelectual para diagnosticar las razones verdaderas de su indignación y la formulación de soluciones apropiadas.
   En ese estercolero busca una muleta ese PSOE moribundo que necesitará la calle cuando los ciudadanos le condenen a vagar sin fortaleza política, como ya ha sucedido en Comunidades y ayuntamientos. Toca, pues, lavar la cara de un movimiento que ha mostrado su verdadero y temible rostro. Intentando convencernos de que los violentos que sitiaron el Congreso de los Diputados primero, las Cortes valencianas y el Parlament catalán después, los que coaccionaron a los alcaldes recién elegidos por el pueblo, los que asaltaron televisiones y supermercados, los que siguen ocupando de forma ilegal la Puerta del Sol y tantas plazas de España, no representan al 15-M. Como si fuera posible distinguir quién representa a quien en esa marabunta asamblearia en la que todos comparten acampada.

LA RAZÓN, 20/06/2011

domingo, 19 de junio de 2011

Adiós "Big Man"


"La noche en que le conocí trepó al escenario y el sonido que salía de su saxo parecía que iba a quebrar todos los vasos del bar y amenazaba con lanzarte por la puerta de atrás. Y algo sucedió cuando nos pusimos el uno al lado del otro"
Bruce Springsteen

   Hoy es un día triste. Muy triste. The Big Man, Mister Universo, The King of the World...  ya no está con nosotros. El amigo de Bruce, el preferio de los fans, el que con sus grandes pulmones ha firmado muchos de los mejores momentos de las canciones de Springsteen. Sin su saxo épico y emotivo, tierno y rockero a la vez, desaparece el alma de la E Street Band. O por qué no decirlo: desaparece la propia E Street Band. Su ausencia es irremplazable en la mejor banda de rock de todos los tiempos. A la que mi vida ha estado ligada desde aquella lluviosa noche del 21 de abril de 1981, en el vetusto Palacio de Montjuic, cautivado desde entonces por su descomunal y generosa descarga de energía. Clarence Clemons ha muerto. Bruce Springsteen no hubiera forjado su leyenda sin el Gran Hombre al lado. Nos queda su música. Inmortal ya. Como el épico final de "Thunder Road" (con ese beso que lo dice todo), el sublime solo de la sinfonía urbana que es "Jungleland", su complicidad con Bruce en la juvenil y romántica "Rosalita" en los albores de la banda o ese aullido descarnado en la monumental "Born to Run", quintaesencia de todo eso que conocemos como BRUCE SPRINGSTEEN & THE E STREET BAND. Cuatro momentos que la vida nunca nos podrá arrebatar. Clarence, amigo, gracias por todos estos años. Descansa en paz.







jueves, 16 de junio de 2011

Es el Gobierno ¡estúpidos!

   Hay motivos para la indignación. Sólo uno de cada dos jóvenes tiene trabajo y más de cuatro millones de españoles han sido arrojados a la cuneta del paro. No sufrimos una maldición bíblica. Somos víctimas de elecciones colectivas equivocadas y de políticas erradas. Responsables, por tanto. Porque no todo da igual ni todos son lo mismo. Conviene insistir en ello ahora que algunos tratan de convertir a nuestros dirigentes en el pim-pam-pum del descontento y la ira antidemocrática de los supuestos “indignados” intenta apoderarse de la calle mediante un golpe de kale borroka sin precedentes. Con la sospechosa pasividad de Rubalcaba y el flirteo permanente con los anti-sistema de un socialismo que ve cómo su poder político es borrado del mapa en las urnas.
   No es casualidad que España sea la única nación que ha triplicado el paro desde que comenzó la crisis internacional. Tampoco que esta segunda etapa de gobierno socialista en democracia se vaya a cerrar como la primera: con la tasa de desempleo por encima del 21 por ciento.
   Dijo McLuhan que la indignación moral es la estrategia adecuada para revestir de dignidad al idiota. Apostilló Tom Wolfe: “Eso es lo que hace la mayoría de los que se dicen de izquierdas: en lugar de pensar –lo cual es duro, lleva tiempo, hay que leer- se indignan por algo, y eso les reviste de dignidad. Siempre escogiendo las opciones equivocadas”. Por ahí sangra España: exceso de buenas intenciones y abundancia de políticas fallidas. Parafraseando a Clinton: no es el sistema, es el Gobierno ¡estúpidos!

LA RAZÓN, 16/06/2011

viernes, 10 de junio de 2011

Geometría moral variable

   “Yo a los palacios sólo iría para asaltarlos, como el Palacio de Invierno en el 17”. La frase es de Daniel Morcillo, concejal de madrileño de IU, en su intervención de despedida. No repetirá legislatura y no asistirá, por tanto, a ningún pleno en la nueva sede del Palacio de Correos. ¿Provocación? Estoy seguro que convicción. La de un comunista que, aunque joven, venera aquél 25 de octubre de 1917 como algo distinto de lo que fue: el comienzo de la dictadura más atroz que mediante la aplicación del terror de masas convertiría al régimen soviético en el primer estado totalitario de la historia, el que más se prolongó en el tiempo y el que más gente mató con su expansión ideológica por los cinco continentes durante el siglo XX. ¿Reprochará alguien al ya ex concejal Morcillo su complicidad moral con aquella barbaridad criminal? No lo esperen. Están ocupados en linchar a la Academia de la Historia por una muy mejorable reseña biográfica del dictador Franco. Silencio también entre quienes se pasan el día denunciando a una derecha extrema mientras se aferran al poder con el salvavidas que les presta una izquierda nostálgica de la utopía leninista. Así que no nos extrañe que se muera Jorge Semprún y, en un mar de halagos “a la memoria vivida y la verdad histórica”, casi todo el mundo pase por alto el papel que jugó como kapo comunista en la administración de Buchenwald y nadie censure que nunca se arrepintiera o renegara de su militancia stalinista (“Creo que en aquél momento había una justificación para ello”). Así es la izquierda, tan condescendiente con sus errores, tan intransigente con los de otros. Geometría moral variable. Y abyecta.

jueves, 9 de junio de 2011

A calzón quitado

   España sorprendió al mundo con una transición ordenada a la democracia tras 40 años de dictadura. Ahora, ante otro reto que nos pone a prueba como nación, coquetea con la tentación del suicidio colectivo. Por el exceso de dirigentes sin coraje, sí. También por una sociedad acomodada en el disfrute. Todos huyendo de su responsabilidad. Nadie se atreve a contar la verdad a los españoles. Menos aún si necesita sus votos. Una sociedad amamantada en la abundancia de derechos sufragados con el presupuesto no admite malas noticias. Proponla recortes y te castigará en las urnas.
   Pero las cuentas empiezan a emerger del pozo oscuro. Y demuestran dos cosas. Una: la ficción sobre la que se ha construido nuestro estado del bienestar. Deuda y más deuda para ganarse a los votantes con servicios públicos que ahora no podemos pagar. Dos: el gasto elefantiásico que conlleva un modelo político y administrativo con 68.000 concejales, más de 8.000 alcaldes, 1.220 diputados autonómicos, otros tantos provinciales, 3.800 empresas públicas y toda la carga que conllevan: edificios, sueldos, despachos, asistentes, funcionarios, pensiones... Ahorrar en coches oficiales está bien, pero se queda en populismo si la reducción no alcanza al tamaño del poder público. Esta es la dimensión del problema.
   Con alto sentido de Estado, Rajoy ha dado un paso importante al ofrecer lealtad al Gobierno para hablar a “calzón quitado” de las cuentas públicas. La austeridad fue siempre una virtud. Olvidada tras años de abundancia, hoy es necesidad ineludible. Compete a todos. Ni los gobiernos (estatal, autonómico y municipal) podrán ser tan grandes, ni los ciudadanos debemos esperar de ellos que satisfagan todas nuestras necesidades. La fiesta del gratis total es historia.

LA RAZÓN, 9/06/2011

viernes, 3 de junio de 2011

Lo que necesita España

   Certero Tony Blair: la izquierda está en crisis porque no reconoce los motivos de su derrota. Y no hay más ciego que el que no quiere ver. Tomás Gómez, por ejemplo, con el anzuelo que lanza a UPyD para salvar algunos ayuntamientos madrileños: “Tiene que decidir entre el PP o apoyar gobiernos de progreso”. Seis diputados menos, 220.000 votos perdidos, el peor resultado de la historia en Madrid y la cantinela no se les cae de la boca. Mira que son masoquistas son estos madrileños rechazando el progreso socialista cada vez que les llaman a las urnas desde hace 20 años. Cuánto tonto de los cojones ignorante de lo que le conviene.
   Rubalcaba no utiliza a las palabras gruesas de Pedro Castro, pero exhibe la misma arrogancia socialista de siempre, ésa que desconfía de la capacidad de cada uno para decidir libremente sobre su vida. “Creo saber qué necesita España”, revela nada más hacerse con el control del partido y del Gobierno. Y se lo suelta a los españoles una semana después de éstos hayan decidido infligir a los socialistas su peor derrota en treinta años. Aquí llega él para sacarles de su error. Porque sólo un español profundamente equivocado no vota al PSOE, claro. Es el socialismo altivo: además de ciego, sordo. De ahí su desconcierto. Creyó que la crisis originada por el capitalismo salvaje le supondría una ventaja electoral y resulta que sucede todo lo contrario. “La izquierda no entiende –explica Blair- que la mayoría de la gente paga impuestos. Y cuando ve que los gobiernos se endeudan, enseguida comprenden que tarde o temprano pagarán por ello”. Pero el PSOE está enzarzado en una pelea por el control del partido y lo que conviene a los españoles, lo hemos visto esta semana, les importa menos que un pepino.

LA RAZÓN, 3/06/2011