sábado, 31 de diciembre de 2011

¿Rajoy socialista?


   Llegó Zapatero a la Moncloa en 2004 y dijo: "Bajar impuestos es de izquierdas". Como buen socialista, Zapatero terminó subiéndolos. Naturalmente, con la oposición de Rajoy ("Más impuestos es más paro y más recesión") que ahora ha optado por subirlos nada más llegar a la Moncloa. Ahora entenderéis por que Hayek dedicó su imprescindible "Camino de servidumbre" a los socialistas de todos los partidos.

viernes, 30 de diciembre de 2011

La verdad, aunque duela

   Durante casi ocho años, decir la verdad en España ha sido motivo de escarnio. Cosa de valientes sin miedo al vilipendio profesional o personal. Si alertabas de la situación económica, eras un antipatriota; si denunciabas la negociación del Gobierno con ETA, no deseabas la paz; si resistías a sus desmanes sectarios, fomentabas la crispación política. Estrenamos ahora un Gobierno que levanta la bandera opuesta. «Decir siempre la verdad, aunque duela, decir la verdad sin adornos ni excusas, llamar al pan, pan; y al vino, vino», dijo Rajoy en su investidura. Y no ha necesitado esperar a que Bruselas o el FMI nos den la mala noticia: España volverá a la recesión, ha anunciado sin medias tintas ni el alucinógeno de los brotes verdes. Baño de realidad para que nadie se haga falsas ilusiones: aumentará el paro y seremos más pobres.
   La verdad, siempre. Aunque duela. Imprescindible para la restauración de la convivencia democrática bajo principios morales. «Para poder enseñar a todos los hombres a decir la verdad, es preciso que aprendan a oírla», escribió Samuel Johnson. La verdad también para reconocer, sin paliativos, la situación de riesgo sin precedentes que enfrentamos y vitamina para tiempos urgidos de responsabilidad. Porque hay salida al final del túnel si hacemos las cosas bien. Todos. Sin ejemplaridad no hay liderazgo que pueda apelar al sacrificio. Ni reto colectivo que se alcance mediante el engaño.
   El Gobierno de Rajoy anunciará hoy las primeras medidas de ajuste. Es toda una demostración de equidad que la tijera venga acompañada de una revalorización de las pensiones. Repara una inmensa injusticia: convertir a nuestros mayores en las primeras víctimas de los recortes.

LA RAZÓN, 30/12/2011

martes, 27 de diciembre de 2011

20 años del fin de la URSS



   Ayer se cumplieron 20 años de la disolución de la Unión Soviética, que durante 70 interminables años representó la mayor tiranía conocida nunca sobre el planeta. Como escribe hoy Hermann Tertsch en ABC, "la historia del hundimiento de la URSS es todo un canto al coraje y contra el conformismo y el apaciguamiento". Dos personas fueron las indiscutibles protagonistas de esta revolución de la libertad: Ronald Reagan y Juan Pablo II.

viernes, 23 de diciembre de 2011

El cambio en marcha

   El mundo no será igual después de esta crisis. Nos guste o no, saldremos de ella con un cambio cultural que implicará otra forma de vida. Lo anuncia la derrota del socialismo en España, de dimensión más profunda que la de la lógica alternancia democrática por un ciclo político agotado. Considerados un país sociológicamente de centro-izquierda, hemos otorgado a la derecha la mayor concentración de poder nunca vista en democracia coincidiendo con la encrucijada histórica en la que nos jugamos el bienestar que tantas generaciones ha costado alcanzar.
   No comparto el extendido análisis de que Rajoy ha sido investido presidente con un programa de pragmatismo desideologizado. Tecnocrático lo tilda esa izquierda que siempre gusta de acuñar conceptos simples para la demonización de aquello que detesta. Pero la tecnocracia no existe. Hay políticas distintas que, al ser aplicadas, generan prosperidad o sólo traen miseria.
   A unos españoles de los que ocho de cada diez creen que el Gobierno está para resolver sus problemas, Rajoy les dijo el lunes: “Han de ser los españoles, y no el Gobierno, los motores del cambio, los protagonistas de la reforma, los agentes de la recuperación (…) La tarea del Gobierno no consiste en suplantar a la Nación, sino en coordinar sus esfuerzos y facilitar sus tareas”. Es una propuesta revolucionaria. Expresada sin aliento épico y retórica emocional, es verdad. Pero ideológicamente subversiva para la cultura dominante del paternalismo estatal en la que vivimos cómodamente instalados gracias a una ficción: creer que todo el mundo puede vivir a costa de todos los demás.

LA RAZÓN, 23/12/2011

viernes, 16 de diciembre de 2011

El daño ya está hecho

   El gobierno de Obama incluye a Josu Ternera en su lista negra de terroristas el mismo día en que la democracia española acoge en su Parlamento a los compinches de quien huyó para no ser juzgado como inductor del atentado de la Casa Cuartel de Zaragoza, donde murieron 11 personas, cinco de ellas niños. Aquí, nuestros diputados no han hecho otra cosa desde que tomaron posesión del escaño que discutir sobre el trato que deben tener los proetarras de Amaiur. Allí, el gobierno del Nobel de la Paz no se anda con zarandajas: “ETA es una organización terrorista extranjera, responsable de la muerte de más de 800 civiles, policías y personal militar, y miles de heridos desde que comenzó formalmente su campaña de violencia en 1968". Ni una mención del Departamento de Estado norteamericano al comunicado de cese definitivo de la violencia. ETA sigue siendo una banda asesina y Washington no ve ningún indicio serio de que vaya a dejar de serlo.
   Hemos padecido los españoles a un presidente con tendencia enfermiza a creer en la buena voluntad de los terroristas. Hasta el punto de que la banda comenzó a alcanzar sus objetivos políticos cuando se percató de que dejar de matar tenía recompensa. Sin disolverse. Sin reconocimiento del daño causado. Sin pedir perdón. Ahora están sentados en las Cortes, codeándose con los demócratas y con derecho a ser recibidos por la más alta institución del Estado. Con grupo propio o sin él, el daño ya está hecho. Y lo peor está por venir. La historia lo anotará en la cuenta de un pacifista irresponsable y de los magistrados de un Tribunal Constitucional que abdicaron de su misión: la protección de nuestras libertades.

LA RAZÓN, 16/12/2011

martes, 13 de diciembre de 2011

Tiempo de Rajoy

   Llega con más retraso de lo que la urgencia de estos tiempos difíciles exigía, pero llega al fin. Es tiempo de Rajoy. Cita con la historia la de este hombre tranquilo cuando el lunes suba al estrado del Congreso de los Diputados para firmar un nuevo contrato con los españoles con el objetivo de devolver España a la normalidad y recuperar la senda de la prosperidad perdida. Él lo llama hacer las cosas “como Dios manda”. Forma llana de reivindicar el sentido común después de tanto despropósito acumulado en estas dos legislaturas, que ahora asusta incluso a protagonistas y cómplices.
   Rajoy hereda una situación parecida a la de Thatcher en 1979. Una nación depauperada al borde del colapso. En sus memorias, la Dama de Hierro reconoce que las reformas que posibilitaron el desarrollo económico y la recuperación moral en la década de los ochenta hubieran sido difíciles de implantar sin el desenmascaramiento del socialismo que supuso la gestión laborista, por aterrador que fuera el daño causado.
   Los españoles han otorgado un mandato claro. Como cristalina ha sido su valoración del gobierno socialista. Acertará siempre Rajoy intentado sumar apoyos para retos que son colectivos. Pero si, con esa habilidad para explotar los problemas que él mismo crea, el PSOE insiste en su deriva izquierdista y en comandita con sindicatos e “indignados” intenta recuperar en la calle el respaldo perdido en las urnas, se equivocaría Rajoy planteando sus propuestas en lo que Thatcher llamaba el “terreno intermedio” en vez del “terreno común”. Es éste en el que arraigan los valores y principios que deben guiarnos para salir de la difícil encrucijada.
   El futuro presidente confesó ayer: “Sé dónde estoy y a lo que me enfrento”. Llegó su hora.

LA RAZÓN, 13/12/2011

viernes, 9 de diciembre de 2011

Desconcierto y miedo

   Los socialistas no han entendido la naturaleza de su derrota. Así será difícil que encaren con acierto ese futuro en el que España necesita de una izquierda moderada y nacional. Están enzarzados desde el 20-N en una pelea de nombres, cuando su primer problema no es de liderazgo. Es de ideas. De ausencia de proyecto para tiempos nuevos. Y de memoria. De lo difícil que será borrar la huella que estos ocho años de incompetencia han dejado en los españoles, con todos sus dirigentes cómplices del desmán consentido que ha sido el zapaterismo. Ya pueden engañarse a sí mismos con la cantinela de que el PP sólo ha cosechado 500.000 votos más. Ésta es precisamente la cuestión: por qué ante un rival sin un crecimiento destacado el PSOE ha perdido 4,3 millones de votos y el 40 por ciento de su clientela, hasta conducirle a su peor resultado desde 1933, que se dice pronto.
   No son pocos los socialistas convencidos de que la crisis causará también estragos en el PP, se tornarán entonces las cosas y la cruda realidad volverá a convertirles automáticamente en opción de gobierno. Hay síntomas de que los españoles ya no responden a estímulos tan simples. La derrota del PSOE es algo más que un tropiezo coyuntural en una democracia de alternancia. Con un Portugal intervenido, ni Sócrates fue derrotado por un margen tan amplio como el de Rubalcaba frente a Rajoy. La gente huye desengañada de un PSOE sin atractivo tampoco para las nuevas generaciones. Este es el problema, pero no parecen muy interesados en descubrir sus causas. Quizá les asusten.

LA RZÓN, 9/12/2011

viernes, 2 de diciembre de 2011

La memoria selectiva del PSOE

   Plantea el PSOE la última emboscada de ese intento por reescribir el pasado que es el proyecto de memoria histórica agitado por Zapatero. Si el PP no exhuma los restos de Franco y los retira del Valle de los Caídos incurriría en “un sentimiento de coincidencia con el pasado”, dice Alfonso Guerra. No explica si él, los dirigentes socialistas y todos sus militantes, mantienen algún “sentimiento de coincidencia con el pasado” porque el PSOE participara con tres ministros en la dictadura de Primo de Rivera, padre del fundador de la Falange. Entre ellos, Largo Caballero, autor después de frases como ésta: “Si triunfan las derechas (…) tendremos que ir a la guerra civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, nosotros lo realizamos”. O esta otra: “Ahí está la historia del partido para demostrar que la legalidad se ha roto cuando convenía a nuestras ideas”. Por ejemplo, cuando auspició el levantamiento contra la legalidad republicana en 1934, baño de sangre que anticipó la Guerra Civil. Pero ahí tenemos que soportar su estatua en el centro de Madrid ¿La consentiría este gobierno de la memoria selectiva si fuera la de un dirigente que en el pasado hubiera confesado “no creemos en la democracia como valor absoluto; tampoco creemos en la libertad”? Yo sí creo que el PSOE, sus dirigentes y militantes forman desde hace décadas un partido democrático garante de una sociedad libre, aunque en su periódico oficial, tras la victoria de la derecha en 1933, pudiera leerse: “Renuncie todo el mundo a la revolución pacífica: bendita sea la guerra”. Dejen, pues, de enfrentarnos con un pasado de odio y violencia del que ningún español puede sentirse orgulloso.

LA RAZÓN, 2/12/2011